Este libro lo leí por 2 cosas, porque tiene la palabra gris y porque mi compañera Silvia me lo recomendó, así que supe que este libro fue escrito por Silvia Molina una narradora y ensayista 100% mexicana, situación que se deja ver a lo largo de esta novela, pero vamos al grano.
Es una novela de amor, muy bonita como todas las de esta temática y muy romántica, perfecta para aquellos que solemos ser melancólicos, cursis y sentimentales. Narra una relación amorosa en el extranjero, para ser precisos Londres, se que me envidiarán porque yo ya fui a Londres (ese es el poder de los libros), es tan detallista que uno se ve en las calles londinenses, la trama no deja que te apartes del libro y el final, genial, bueno eso creo yo, no se los puedo decir, ¡lástima!
Es una novela que me hizo sentir melancolía por la lejanía del país, de la familia, de los amigos, de la pareja, enojo y desesperación con ese personaje de la tía, puse en práctica mi inglés, porque fui a Londres no lo olviden (gratis, con mi credencial de la biblioteca escolar), me hizo revalorar lo hermoso que es nuestro país, nuestra gente y sobre todo el estar en casa y con la familia, asi que los invito a viajar a Londres y a otra época diferente de la actual.
Las mañanas son preciosas siempre y cuando haya una familia y amor a tu alrededor, pero suelen ser grises cuando no están a tu lado las personas queridas o cuando una enfermedad o problema te aquejan, sin embargo las mañanas grises traen lluvia consigo y esa lluvia seguro hará florecer algo hermoso y útil.
Es una novela premiada, el libro se localiza en las Bibliotecas Escolares, así que lo recomiendo ampliamente, y no me culpen por el final.
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