viernes, 1 de mayo de 2009

Esteban y el fantasma

Autor: Sibyl Hancock

Trata de un hojalatero llamado Esteban , el cual a finales del mes de octubre llega a una comunidad ubicada en España, habiendo escuchado por aquellos tiempos una leyenda acerca de que un fantasma habitaba un castillo,cuyo dueño por cierto, daría una recompensa de mil reales de oro a quien sacara el fantasma. Hubo muchos valientes, pero todos de acuerdo a lo que contaban las personas habían muerto, frente a la chimenea, por alguna razón inexplicable. Dándole a Esteban mayor curiosidad, por hacer frente a esta inquietud, así que sin pensarlo, se marchó rumbo al castillo, llevándose consigo; solamente un trozo de tocino, una docena de huevos, una buena sartén, una jarra de sidra y un haz de leña, no faltándole también un burro, fiel compañero de andanzas y de trabajo.
De esta manera, se encaminó al castillo y entró al interior, así que decidió encender la enorme chimenea, disponiéndose a saborear la comida que había llevado, en esto estaba cuando escuchó al fantasma, quien se quejaba amargamente, no haciéndole caso , se dispuso a comer,justo lo iba a hacer cuando fueron cayendo una a una las partes del fantasma dentro de la chimena, Esteban , no se asustó, por el contrario; esperó tranquilamente a que cada una de las partes del fantsma se juntaran en una sola y se formara tal como era. Y así fue, Esteban al verlo, sin mayor asombro le ofreció de comer y el fantasma le dijo que no. No quería comer, lo que necesitaba era que le salvara el alma, a través de entregar a la iglesia monedas de cobre,a la gente pobre monedas de plata, y para él, si lo lograba, monedas de oro. lo cual había robado el fantasma a unos ladrones, que al descubrir que había enterrado este tesoro,lo mataron, cortándolo en pedazos, razón por la cual,cuando Esteban, estaba frente a la chimenea, caía en pedazos.Pero volviendo a nuestro relato,Esteban decidió entonces ayudarlo, pero desafortunadamente el fantasma no se acordaba, exactamente el lugar en el que había enterrado este tesoro, ya desesperados, los dos, comenzaron a pelear, diciendo Esteban que si tuvieran la luz de la luna, para ver mejor el lugar,sería más rápido encontrar el tesoro, a lo que fue cuando el fantasma se acordó exactamente del lugar, emocionado le dijo a nuestro amigo hojalatero que le ayudara nuevamente, y así lo hicieron, haciéndole prometer el fantasma a Esteban que repartiera las monedas tal como le había dicho; Esteban le dio su palabra, y el fantasma desapareció en un instante.Dejando sus ropas vacías en el suelo,tañendo al momento las campañas de la iglesia, sabiendo así esteban que el fantasma había ya salvado su alma.
Al día siguiente, los vecinos con quienes convivía Esteban, lo fuerona ver, pensando que había muerto, al verlo no lo podían creer,estaba tan contento, que les dijo, que estaba más vivo que nadie, y que iba a recoger la recompensa que le había sido prometida, y así fue . Esteban hizo lo que había prometido al fantasma, y vivió muchos años, remendando ollas y sartenes de vez en cuando, no queriendo ya volver a ver en su vida, otro fantasma, terminando así... este relato.

1 comentario:

  1. Es mi cuento favorito de la infancia, estoy hace tiempo buscandolo sin exito... muy libdo resumen, me hiciste recordar cosas muy bellas.
    Saludos.
    Pablo Cruz Alfaro

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