Este libro de Gabrielle Vincent es muy extravagante y diferente, es un libro para gente con imaginación desbordante, para aquellos que nos gusta crear historias, para los que no deseamos libros que nos digan cosas, sino para decir y decidir la historia nosotros mismos.
El cuento está repleto de ilustraciones a carboncillo, ya que la autora se dedica a hacer libros de este tipo, en particular para niños, pero en este caso es un libro para adolescentes, jóvenes y demás que gusten de los perros y si no les gustan les aseguro que con este libro les gustarán.
El libro nos invita a reflexionar acerca de la vida del llamado "mejor amigo del hombre", a pensar en cómo tratamos a nuestras mascotas y si no tenemos pues a animarnos a tener una, he de comentarles que cuando lo leí quería tener un perro, siempre lo había querido, pero al leer el cuento lo deseé son más ganas, así que el destino, la vida y unos vecinos hicieron posible mi sueño, ahora tengo un perro de nombre "Falkor", porque se parece al dragón de la suerte del libro "La historia interminable", es un lindo animal, lo hemos educado para que sea un buen perro y trato de darle amor, cariño, apapachos, de comer y beber obviamente y sus respectivos cuidados medicos que debe tener, pero cada que lo veo no se me olvida todo lo que este libro me enseñó.
Así que recomiendo ampliamente el libro, puede leerse y releerse de muchas formas, si lo compartes con alguien pues tendrás otra historia, es un libro con un ilimitado número de historias y aprendizajes ni se diga, así que se los dejo de tarea.
"Los animales también sienten, por ello hay que cuidarlos, porque no tienen voz para exigir sus derechos".
"Podemos compartir muchas cosas con los animales, pero a veces los seres humanos somos peor que ellos, nos aprovechamos de los indefensos e incluso nos destruimos a nosotros mismos".
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